Foto Portada: Parque solar fotovoltaico Tepuy - Foto cortesía: Empresas Públicas de Medellín

En esta edición 154 de ME, una vez más se reitera la preponderancia de la energía solar, prácticamente en los cinco continentes. Esta supremacía se ve, tanto en el abanico de las energías renovables, que cada vez ganan más protagonismo en todo el mundo, como en la matriz energética global donde se contemplan todas las energías, las tradicionales (fósiles) y las limpias.

El más reciente informe de IRENA (julio de 2025), constata que las energías renovables pasaron de representar el 1,1% en la matriz energética a comienzos del nuevo milenio, al 44,0 % en 2023. En este crecimiento exponencial, la energía solar ha sido la fuente de mayor evolución, con un aumento interanual del 25,2 %. Ese “liderazgo solar” lo ostenta China, seguido de Estados Unidos, Alemania, India y Japón. A nivel continental, la hegemonía la encabeza Asía, siguiéndole en orden de preponderancia Europa, Norte América, Sur América, Eurasia, África, Oceanía, Centroamérica, y el Caribe. 

En esta radiografía del mapa de “generación solar”, Colombia ha comenzado a “brillar con luz propia” y a escalar posiciones. El pasado 30 de agosto, el Ministerio de Minas y Energía Edwin Palma anunció que el país superó por primera vez la barrera de los 3 gigavatios en generación limpia, ya conectados al sistema eléctrico nacional, lo cual representa más de un 10% de la matriz energética y multiplica por 15 la capacidad instalada frente al 2018.

Esto último es en verdad alentador, pero, ante la afirmación del Ministerio de que “este hito consolida a Colombia como referente regional en transición energética”, surge un gran interrogante y un desafío que el Gobierno Nacional debe asumir, ahora que tantas expectativas genera la anunciada subasta de expansión para 2026: ¿están dadas las condiciones y son suficientes los incentivos que ofrece el gobierno de Gustavo Petro, para impulsar las energías limpias y garantizar la confiabilidad del sistema eléctrico?

Y la pregunta surge justo por estos días en que la calificadora Fitch Ratings ha advertido que los cambios en el cargo por confiabilidad impulsados por el actual gobierno, aumentan el riesgo de apagón, presionan los flujos de caja operativos de las generadoras de energía, y desincentivan las inversiones.

Por lo anterior, la fragilidad del sector eléctrico, el Cargo por Confiabilidad, y la nueva subasta de expansión, son algunas de los puntos cruciales que preocupan actualmente. En pocas palabras, de las acciones del Gobierno depende que “brille el sol” o “se eclipse” la próxima subasta… que se afirme o tambalee el futuro energético del país, en el corto, mediano y largo plazo.

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