La preocupación por las tarifas de energía sigue siendo un tema recurrente en los hogares colombianos, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) trabaja en una serie de reformas que podrían transformar de forma significativa la estructura del mercado eléctrico y del gas natural en el país. El objetivo es claro, encontrar un equilibrio entre sostenibilidad financiera del sistema y tarifas justas para los usuarios.
Antonio Jiménez, director ejecutivo de la CREG, explicó que la entidad tiene sobre la mesa varios cambios que buscan, por un lado, garantizar el suministro futuro de energía, especialmente para 2029 y 2030, y, por otro, ajustar las reglas de juego en la comercialización, transmisión y distribución. Uno de los pilares de esta estrategia es la subasta de cargo por confiabilidad, cuyo diseño final se publicará a finales de junio y que, según lo previsto, se realizará a finales de 2025. La subasta está pensada para asegurar la generación de energía firme en un contexto de crecimiento sostenido de la demanda.
Jiménez, advierte que los tiempos para la construcción de los proyectos que resulten adjudicados serán bastante ajustados. Debido a eso, se han propuesto incentivos para que los proyectos que estén en condiciones de operar antes del plazo estipulado puedan participar con ventajas. Además, el borrador de resolución contempla que incluso proyectos sin punto de conexión aprobado por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) puedan hacer parte del proceso, una novedad pensada para ampliar la oferta.
Más allá del calendario, el éxito de la subasta depende también de ajustes que se vienen evaluando, como la posible modificación del tope del precio en bolsa que, según los generadores, les impediría participar. “Ese es uno de los comentarios que llegó de la subasta y que estamos evaluando”, reconoció Jiménez. Aunque no adelantó si la medida será modificada, sí confirmó que están considerando todas las opiniones para garantizar una convocatoria efectiva.
Mientras se avanza en el diseño de esta subasta, la CREG trabaja en nuevos mecanismos de contratación buscando con ello reducir la dependencia de la bolsa de energía, especialmente por parte de los comercializadores que atienden a usuarios regulados. Con base en un borrador de decreto emitido por el Ministerio de Minas y Energía, la comisión desarrollará una regulación que promueva la contratación a través de mercados anónimos, en los que no se conozca ni el comprador ni el vendedor, con el fin de facilitar acuerdos más eficientes.
Frente a las preocupaciones del sector sobre las causas estructurales de las tarifas altas, el director de la CREG reconoce que aumentar la oferta energética es una de las mejores herramientas para reducir precios. “Estoy de acuerdo en el sentido de que entre más oferta tengamos, el precio de la energía bajará, es un principio económico. Pero el mandato que tiene la CREG es buscar la eficiencia y puede pasar que esa eficiencia muchas veces lleva a reducir tarifas”, puntualizó.
Para su desarrollo en paralelo, al momento se encuentran afinando las nuevas metodologías de distribución y transmisión, mientras que la comercialización quedará lista en el segundo semestre del año. A juicio del director de la Entidad, “no es que la regulación sea lenta, sino que implica unos tiempos que son necesarios para tomar buenas decisiones”.
También se destaca el resultado de las subastas de reconfiguración, con las cuales se aseguraron tres nuevos proyectos solares y la energía necesaria para cubrir la demanda regulada entre 2025 y 2028. Ahora, la atención está centrada en la próxima previsión de demanda que publicará la Upme, con base en la cual se hará un nuevo balance de necesidades.
El desarrollo de los proyectos energéticos sigue siendo un desafío que trasciende lo técnico. Requiere permisos ambientales, gestión comunitaria y voluntad institucional para que las obras no se queden en el papel. Por eso, el llamado es a trabajar de forma coordinada entre los actores del sector.