Reseña
El desarrollo de las actividades humanas está ligado al consumo y generación de energía, que de alguna forma han evolucionado o presentado alternativas de aparente eficiencia. En los inicios de la historia humana detallada en libros, se evidencia cómo el fuego inició este desarrollo energético, que su esencia principal consistía en proporcionar energía calórica, sin desmeritar las calorías que se generaban con elementos mecánicos de la misma antigüedad. Por esas épocas ya se utilizaban las velas en navegación dirigidas por el viento, para poder desplazarse sobre el agua. Posteriormente, surgiría la rueda hidráulica y los molinos de viento, que constituyeron ulteriormente en el continente europeo la principal fuente de energía durante la Edad Media.
Carbón y leña fueron combustibles de la época antigua, se usaban para cocinar y calentar. Por el año de 1712 en Inglaterra se descubre el mayor yacimiento de carbón, hallazgo que dio inicio a la denominada Revolución Industrial, ya que por esta época haría su aparición la máquina de vapor, reemplazaría inevitablemente la energía calórica de la leña y carbón por energía física o mecánica mediante la combustión.
La carrera del carbón tomaría un mayor impulso a nivel mundial, ya que la máquina de vapor revolucionó también el transporte, tanto marítimo en los denominados barcos de vapor, como el terrestre con el ferrocarril.
Pasaría más de un siglo para que su hermano mayor apareciera en escena, después de la primera perforación petrolera en EEUU (1859), de modo que a raíz de esto se comienzan a producir una gran cantidad de inventos que utilizan esta fuente de energía, como el generador eléctrico, el motor de combustión interna, la luz eléctrica y el automóvil.
La inventiva de la primera central eléctrica representó además el comienzo de un sistema de distribución de energía de uso cotidiano, como lo vino a ser la electricidad. Otra energía convencional descubierta fue la energía nuclear, que dio pie para la construcción del primer reactor nuclear en Estados Unidos de América en el año de (1942). A pesar de las esperanzas puestas en esta fuente de energía, en el año de (1973) ésta sólo ocupaba una pequeña parte de la producción mundial, cuando se dio cuenta que se consumían en el mundo más de (6.000) toneladas equivalentes de petróleo, solo en esa época. El poder del petróleo lo sellaría la aparición del motor de combustión, que es alimentado por derivados del petróleo, gasolina y demás, el motor impulsado por petróleo transformo toda la vida moderna.
Las energías no renovables dieron un nuevo orden económico en el mundo, lo que ha generado una cultura del consumo de energía y una conciencia social y política de la vida que determinaría las mejores condiciones de vida, el aumento de la riqueza, el éxito y el poder internacional de cualquier nación.
Apuesta por dos tipos de energía renovable
La Termodinámica nos instruye sobre dos de los principios fundamentales de nuestra existencia física: 1) La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma; y 2) Toda energía es constantemente degradada hacia una forma de energía menos utilizable. Es decir que el aprovechamiento de la energía puede ser una manera humana intrínseca de sobrevivir.
Reiteremos nuevamente, la energía es vital en la cotidianidad de la humanidad, lo es así, hasta el punto de pensar en alternativas de generación energética; estas alternativas están iniciando un proceso de desarrollo, como embriones en gestación superando dificultades y abriendo los ojos al mundo que las pide a gritos.
Una energía física renovable es aquella que se crea en un flujo continuo y se disipa a través de ciclos naturales que se piensan son inagotables ya que su regeneración es incesante.
El sistema y el entorno con relación a distribución de energía, ya están dados, los procesos de generación están creados para que la energía se distribuya mediante redes eléctricas en diferentes tensiones. ¿Esto qué quiere decir?, que definitivamente el modelo energético se refiere a una red alimentada por diferentes matrices de generación energética establecidas social y comercialmente.
Se decía que la implantación de energías renovables y adaptación a las redes era muy costosa y presentaba muchos obstáculos. Con la aparición de nuevas tecnologías se han desvirtuado estos argumentos, mostrando una integración rentable y confiable en la red, a su vez generando interés en la inversión. Las energías solar y eólica, antaño consideradas demasiado caras para su expansión, más allá de mercados nicho, pueden ahora superar a las fuentes convencionales en términos de precio, al tiempo que equiparan su rendimiento al de estas últimas. La idea que las energías renovables presentan numerosos problemas de integración pendientes de solución, se está empezando a quedar obsoleta: las nuevas tecnologías están trayendo soluciones a estas limitaciones.
En cuanto a precios, la energía eólica terrestre se ha convertido en la fuente de generación de electricidad más barata, en el intervalo de 30 a 60 dólares estadounidenses por megavatio/hora (MWh), por debajo del intervalo del combustible fósil más barato, el gas natural (de 42 a 78 dólares estadounidenses por MWh). Un total de 121 países ha desarrollado cerca de 495 GW de energía eólica terrestre, a la cabeza de los cuales se encuentran China, Estados Unidos, Alemania, la India, España, Francia, Brasil, el Reino Unido, y Canadá; en estos nueve países, la energía eólica terrestre ha alcanzado la paridad de precios.
A escala comercial, la energía solar fotovoltaica está muy cerca de la energía eólica, y representa la segunda fuente de energía más asequible.
Este dato de información comercial determina que en el mundo se ha iniciado un proceso denominado DESCARBONIZACIÓN, apoyando claramente la iniciativa de energías renovables. En el periodo de la pandemia COVID 19 se redujeron de manera significativa las emisiones de dióxido de carbono a nivel global durante la primera fase de la crisis; esto brinda una perspectiva para una transición hacia las energías renovables.
En países más desarrollados, las energías renovables intermitentes ya están contribuyendo a equilibrar la red eléctrica. No obstante, la generación eléctrica convencional sigue proporcionando prácticamente todos los servicios vitales de fiabilidad de la red relacionados con la frecuencia, la tensión y el aumento de la potencia. Esto podría cambiar, puesto que los inversores inteligentes los controles avanzados brindan a las energías, eólica y solar la posibilidad de prestar estos servicios con una calidad similar o mejor a la de otras fuentes de energía.
Combinadas con inversores inteligentes, las energías eólica y solar pueden aumentar la potencia mucho más rápidamente que las centrales convencionales, contribuir a estabilizar la red, incluso después de que se ponga el sol y deje de soplar el viento, y, por lo que se refiere a la energía solar fotovoltaica, ofrecer una respuesta más precisa (es decir: responde más rápidamente con la potencia necesaria) que cualquier otra fuente de energía.
China como líder mundial, está avanzando en el auge de los mercados emergentes en términos de incrementar las energías renovables. En el año 2017, China marcó el mayor crecimiento y las mayores capacidades instaladas de energías solar y eólica; es el único mercado que dispone de más de 100 GW de ambas fuentes de energía.
China registró más de la mitad de las nuevas instalaciones de capacidad solar, así como dos tercios de la producción mundial de paneles solares fotovoltaicos en 2017. Ocho de cada diez proveedores de paneles solares fotovoltaicos son chinos, y las tres eólicas más importantes de China representan conjuntamente la cuota de mercado más importante en el segmento eólico. Es también el único país que figura entre los diez primeros receptores de inversiones transfronterizas procedentes de mercados emergentes y destinados al desarrollo de energías limpias
GEI
Sin lugar a dudas, el Planeta Tierra es un enorme invernadero, de tal forma que los gases invernaderos son esenciales para el desarrollo de la vida tal como la experimentamos; hablamos de una especie de manta que cubre la atmósfera para evitar que la energía de la superficie terrestre escape al exterior. Esta energía cumple con los términos químicos y físicos para sostener la existencia en la Tierra. Las energías fósiles emiten en el impacto del proceso (Dióxido de azufre (SO2), óxidos nitrosos (NOX), material particulado, mercurio (Hg), vanadio (V) y níquel (Ni) y global (GEI).
La medición rutinaria de la temperatura atmosférica en estaciones meteorológicas, ha permitido el monitoreo de esta variable en diversas regiones del Planeta desde finales del siglo XIX. Gracias a estos datos, es muy claro que la temperatura media de la Tierra ha experimentado un incremento significativo de casi 0.6°C. Si tomamos como nivel base la temperatura media registrada entre los años 1961 a 1990 y de casi 1°C si la comparamos con la segunda mitad del siglo XIX (1850-1900), es evidente que los años más calurosos están concentrados durante las últimas décadas, esto es de 1980 a la fecha. El Calentamiento Global ha ido de la mano con una tendencia hacia un incremento en el CO2 atmosférico, lo que indica que la causa de esta tendencia hacia el calentamiento es una intensificación del efecto invernadero, atribuida en una buena parte a la combustión de carbón, petróleo y gas.
Incentivar el desarrollo
La oportunidad de abrir camino y coyuntura en el tema de energías renovables, implica que los gobiernos incluyan en sus paquetes de estímulo, inversiones destinadas a la promoción de las energías alternativas, a desincentivar el uso de los combustibles fósiles y a la incorporación de nuevas tecnologías que permitan la transformación de los sistemas de producción a estructuras más modernas, limpias y, sobre todo, resilientes. Si bien esta demanda puede ser factible de alcanzar para gran parte del mundo desarrollado, la situación es algo más compleja para Latinoamérica y América del Sur, donde los países se encuentran más restringidos en materia presupuestaria y los recursos públicos deben ser asignados a los sectores prioritarios.
De acuerdo al nivel de desarrollo de cada país, así mismo crece la demanda energética, tanto para actividades económicas como para potencializar la productividad del capital físico y humano. Este desarrollo también debe estar ligado a la modificación de la estructura de producción donde industria y trasporte demanden combustibles de origen fósil, dando paso a otros sectores.
Según datos revelados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Latinoamérica es una de las zonas más “verdes” del mundo en materia de generación de energía, desde que alrededor del 60% de su demanda eléctrica proviene de fuentes de origen renovable (principalmente, hidroeléctrica), aun así, falta hacer un mayor empalme y compromiso con otras fuentes de origen renovable.
Bibliografía
Fuente: Mapa basado en Renewable Capacity Statistics 2018 [Estadísticas sobre la capacidad de las energías renovables; edición de 2018], de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA); comparación del LCOE basado en Lazard, Levelized cost of energy analysis [Análisis del LCOE], versión 11.0, noviembre de 2017.
DELLOITE, ESPAÑA-Tendencias globales energías renovables
https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2018/03/srren_report_es-1.pdf
https://www.ehu.eus/documents/2201416/2386518/EnergiasRenovales_Puelles.pd
Marketing y Comunicaciones de KPMG Clúster en América del Sur.