Normar la calidad del combustible, formalizar el mercado y contribuir a reducir los impactos negativos a la salud del mal uso de leña, son los principales objetivos detrás del proyecto de ley de Biocombustibles Sólidos que actualmente se redacta en el Ministerio de Energía, y que pretende regular los distintos tipos de biomasa como astillas, pellet, leña y briquetas.